Época: EuropaRevolucionaria
Inicio: Año 1815
Fin: Año 1848

Antecedente:
Austria

(C) Federico Lara Peinado y Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

Los datos que se conocen sobre las condiciones materiales de vida sugieren un crecimiento sostenido que permite situar en los años treinta la consolidación del proceso de industrialización. La población mantuvo, después de las guerras napoleónicas, un crecimiento cercano al 1 por 100 anual, sin que concurrieran amenazas considerables a ese crecimiento que debió llevar a la población de Austria y Hungría desde los 20.000.000, en 1800, hasta unos 30.000.000 a mediados de siglo.Las transformaciones económicas (crecimiento de la minería y de la producción de tejidos de algodón y hierro fundido) contribuyeron a la disminución de la población agrícola, aunque no radicalmente, ya que el proceso de industrialización no derivó, como en otras zonas, en un intenso proceso de urbanización.En realidad, la industria austriaca dio pronto indicios de retraso (especialmente, con respecto a los Estados alemanes de la Confederación Germánica) y también fue relativamente lento el ritmo de tendido de la red ferroviaria. En este desarrollo económico parece haber contado la decisión política de favorecer la autarquía económica (eso ayudaría también a explicar la tolerancia austriaca con respecto a la organización del Zollverein por Prusia) pero, a la larga, la debilidad de esa industrialización terminaría por poner en peligro al propio Estado austriaco.Éste, que arrastraba un continuado déficit de su balanza de pagos desde comienzos de los años cuarenta, se encontró cada vez más a merced de la deuda exterior y con escaso margen de maniobra para un momento de crisis. Las exigencias de la política exterior resultaban cada vez más onerosas para una población que veía empeorar sus condiciones de vida y que tuvo que sufrir una serie de malas cosechas a partir de 1845.En ese clima, las noticias procedentes del extranjero que llegaban a Viena en los primeros días de marzo de 1848, crearon un clima de inquietud que se dirigió pronto contra el Gobierno y contra quien mejor lo simbolizaba: Metternich.